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Antiguo Hospital de San Sebastián
El antiguo Hospital de San Sebastián nace de la necesidad de dotar a Córdoba de un centro hospitalario. Ante esta carencia, la Cofradía de San Sebastián decidió levantar un hospital en unos terrenos que se les conocía como el "Corral de Cárdenas" y que el Obispado de Córdoba le había cedido para tal fin.
Dedicado a la atención y el cuidado de enfermos mentales y de enfermedades contagiosas, el hospital fue durante los siguientes doscientos años el principal centro sanitario de la ciudad hasta que en 1724 se inauguró el cercano Hospital del Cardenal Salazar.
A partir de entonces pasó a ser un orfanato para dar respuesta a un gran problema que afectaba a la sociedad cordobesa desde hacía tiempo: el abandono de niños recién nacidos en las calles de la ciudad y especialmente a las orillas del Guadalquivir.
En 1850, el edificio fue adquirido por la Diputación de Córdoba manteniendo hasta un siglo más tarde su función como casa de los expósitos y hospital de maternidad. Después de haber permanecido cerrado durante casi veinte años, fue reabierto en el año 1980 como Palacio de Congresos y Exposiciones, función que mantiene hasta la actualidad.
Durante algún tiempo, la iglesia del hospital albergó la oficina de turismo que fue clausurada debido a la apertura del cercano Centro de Recepción de Visitantes en ocubre de 2014.
La construcción del antiguo Hospital de San Sebastián se realizó entre los años 1512 y 1516 bajo la supervisión del arquitecto cordobés Hernán Ruiz I El Viejo y ha podido conservar gran parte se su estructura original.
De los elementos arquitectónicos destacan principalmente su patio mudéjar rodeado de arcadas en dos niveles y la iglesia de una sola planta cuyo interior se divide en oratorio y presbiterio. De decoración plateresca, está presidida por un retablo de Teodosio Sánchez Rueda que data del siglo XVIII.
Sin duda, lo más destacable de este conjunto arquitectónico es su portada realizada en estilo gótico flamíguero que probablemente es una de las fachadas más bellas de toda Córdoba. Decorada con motivos vegetales y zoomorfos, la puerta de acceso está compuesta por tres arcos muy rebajados. En el tímpano podemos apreciar tres esculturas bajo doseles que representan a San Sebástian, San Pedro y San Pablo.
Su emplazamiento en la calle Torrijos frente a la fachada oriental de la Mezquita-catedral, convierten a esta joya arquitectónica en una visita obligatoria para todos los que tienen previsto un viaje a Córdoba.
Ubicación
C/ Torrijos, 10
14003 Córdoba
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